1. INTRODUCCIÓN
Este trabajo es un programa de estimulación para trabajar el trastorno del lenguaje específico en el componente léxico. Hablaremos del concepto del mismo y prestaremos especial importancia en su estimulación temprana.
Se propondrán una serie de actividades en las que se busca trabajar el léxico y la semántica de los niños, estas dispondrán de objetivos, recursos, descripción detallada y una pequeña valoración de la actividad.
Por último, queremos resaltar la importancia de la participación por parte de las familias en la estimulación de sus hijos, por lo que proponemos una serie de pautas y recomendaciones para saber qué hacer y cómo actuar o ayudar a alguien con este tipo de dificultades.
2. CONCEPTO DEL RETRASO / TRASTORNO ESPECÍFICO DEL LENGUAJE EN EL COMPONENTE LÉXICO
Empezaremos haciendo referencia a lo que un retraso o trastorno específico del lenguaje en el componente léxico supone.
El componente léxico, (y semántico) aborda la capacidad de los individuos para comprender palabras, es decir, el vocabulario pasivo, y para utilizarlas osease, el vocabulario activo. Por lo tanto, podemos afirmar que este problema, afecta a la comprensión y/o a la expresión del lenguaje.
Esta condición puede darse en retraso o en trastorno. Es muy importante diferenciar bien estos dos tipos, pues los diagnósticos varían. El retraso, a diferencia del trastorno, se puede dar sin una causa patológica presente en el niño; además, en el retraso, la comprensión no suele estar afectada, mientras que en el trastorno sí. Asimismo, se nota un avance gracias a la estimulación, pero con los trastornos el proceso evolutivo es más lento y cuesta más esfuerzo por parte de los profesionales. Y, en el retraso, la condición no persiste más allá de los siete u ocho años, y tampoco deja secuelas en la adultez. Dicho esto, se puede deducir que cuando hablamos de un diagnóstico de retraso, estamos ante una situación más leve que si de un trastorno se tratase.
Profundizando en el tema, los problemas que se dan se categorizan como problemas del lenguaje, pues estos son los que comprenden los ámbitos de comprensión y expresión. Dentro de esta clasificación, podemos encontrar;
El “retraso simple del lenguaje”. Este se trata de un desfase cronológico en el que al niño le cuesta tanto comprender, como expresarse, pero no se identifica ninguna alteración mental, sensorial o motriz. Al ser un retraso, este es temporal, y existen más dificultades en la articulación, así como la expresión se ve más afectada que la comprensión.
La disfasia o TEL. Se trata de una disfunción del desarrollo del lenguaje. Es persistente, más compleja, y de evolución lenta.
La afasia. Constituye un deterioro en el lenguaje a raíz de una lesión cerebral. Existen tres tipos: Afasia de Broca, de Wernicke, y Global. La primera afecta a la expresión, la segunda a la comprensión, y la última a ambas.
Esta dificultad del lenguaje se puede dar por múltiples factores; como los hereditarios, neurológicos, socioculturales y afectivos, y de origen cognitivo. Estas dificultades repercuten en los ámbitos en los que los niños que las padecen se mueven. En el ámbito escolar, las consecuencias engloban aprendizajes lentos, falta de motivación, frustración, desinterés… Por otro lado, en el ámbito personal se lidia con problemas para relacionarse, y puede afectar a la autoestima. Y en el ámbito social, a causa de esta condición se producen menos interacciones.
A pesar de todo lo anteriormente mencionado, gracias a la intervención de los docentes y de especialistas, estas dificultades se pueden tratar e incluso curar.
Algunos de los objetivos que perseguimos tanto al realizar este programa, como a la posible hora de ponerlo en práctica son:
Conocer acerca del tema expuesto y aprender a tratarlo, para perfeccionar nuestra futura práctica docente.
Ser capaces de detectar una dificultad del lenguaje.
Conseguir una evolución en los niños que presenten retrasos o trastornos, mediante intervenciones y estímulos.
Conseguir un desarrollo óptimo en todos los aspectos de aquellos niños con dificultades.
Y, dentro de los objetivos de las áreas curriculares encontramos;
Dentro del área de “Conocimiento de sí mismo y autonomía personal”:
Reconocerse como persona diferenciada de las demás y formarse una imagen ajustada y positiva de sí mismo, desarrollando sentimientos de autoestima y autonomía personal.
Identificar necesidades, sentimientos, emociones o preferencias, y ser progresivamente capaces de denominarlos, expresarlos y comunicarlos a los demás, identificando y respetando, gradualmente, también los de los otros.
En cuanto al área de “Conocimiento del entorno”:
Relacionarse con los demás, de forma cada vez más equilibrada y satisfactoria, interiorizando progresivamente las pautas básicas de comportamiento social y ajustando su conducta a ellas.
Y, por último, del área “Lenguajes: comunicación y representación”:
Apropiarse progresivamente de los diferentes lenguajes para expresar sus necesidades, preferencias, sentimientos, experiencias y representaciones de la realidad.
Utilizar la lengua como instrumento de comunicación, de representación, aprendizaje y disfrute, de expresión de ideas y sentimientos, y valorar la lengua oral como un medio de regulación de la conducta personal y de la convivencia.
Comprender las intenciones comunicativas y los mensajes de otros niños y adultos, familiarizándose con las normas que rigen los intercambios comunicativos y adoptando una actitud favorable hacia la comunicación, tanto en lengua propia como extranjera.
Iniciarse en los usos sociales de la lectura y la escritura explorando su funcionamiento y valorándolas como instrumento de comunicación, información y disfrute.
En general es muy importante una estimulación temprana en todos los trastornos del lenguaje, del habla y de la comunicación.
Los niños tienen unos periodos críticos de aprendizaje en los que son más propensos a aprender y lo hacen con mayor facilidad y de forma mucho más significativa. El rango de edad en el que se tienen estos periodos en cuanto al aprendizaje del lenguaje se extienden, aproximadamente, hasta los 6 años, lo que se corresponde con el fin del periodo de la etapa de Educación Infantil. Una vez se supera esta edad y quedan atrás estos periodos críticos. Es posible seguir aprendiendo, sí, aunque de forma más lenta y menos efectiva.
Esta efectividad se basa en una diferencia básica entre “adquisición” y “aprendizaje”. Antes de los seis años se habla de adquisición del lenguaje, es decir, estos conocimientos los incorporas de una forma “natural” integrándolos totalmente. A partir de esa edad se dice que, simplemente, aprendes; puesto que no lo incorporas completamente, sino que aprendes a ocultar ciertos problemas y aprendes técnicas; pero a la hora de la verdad en un momento de mucha tensión, nervios, miedo, ira, etc. seguramente retrocedas a tus conocimientos adquiridos antes de los seis años.
La importancia de su estimulación también conlleva una extremada importancia a su vez, de que exista un reconocimiento temprano de los problemas que pueda presentar cada niño en su desarrollo, porque como bien hemos mencionado, el tiempo que perdamos en esos años, no se podrá recuperar (periodos críticos). En tal caso, los problemas que sean correctamente estimulados y probablemente mejorables se podrán mitigar e incluso llegar a desaparecer si se trata dentro del periodo de 0 a 6 años, ahí reside la verdadera importancia de su estimulación en la etapa de educación infantil. Como confirman Parrilla y Sierra (2010), es poco probable que los niños que tienen problemas del lenguaje mejoren después de los 5 años.
No obstante, los niños diagnosticados con TEL que reciben intervención logopédica, si mejoran en unos meses y comienzan a mostrar un funcionamiento no verbal inteligente, tendrán un buen pronóstico.
2.2.1. BENEFICIOS Y PAUTAS PARA LA ESTIMULACIÓN
Los beneficios de una buena y temprana estimulación son poder conseguir una adquisición del lenguaje óptima, por lo que debemos enfocarnos en cómo conseguirlo a parte de en qué queremos conseguir.
La eficacia de la intervención temprana está demostrada, esta proporciona un muy buen efecto y mejoría en las habilidades de los niños. Para que estos beneficios se puedan producir se debe seguir un tratamiento intensivo y prolongado en el que tanto profesionales (pedagogo, maestro, pediatra…) como familias estarán implicados.
Cada profesional debe conocer cuáles son los aspectos que necesita trabajar con el niño, para que así, el programa de intervención pueda ser eficaz en cada caso particular y de esta forma conseguir garantías de que el niño con TEL tendrá un aprendizaje exitoso.
Buceta y cols. (2011) establecen un programa de tratamiento (citado en Moreno-Escobar, 2014) en función de áreas del lenguaje que el niño tiene afectadas, marcando una serie de objetivos para cada una de ellas, en lo que se refiere al léxico, que es lo que en este caso nos concierne, menciona:
Es importante que el niño adquiera un vocabulario básico para que se desarrolle posteriormente el sistema lingüístico, porque, por ejemplo, con un vocabulario reducido el niño no podrá construir frases.
Trabajar las relaciones léxicas ayudando al niño a organizarlo por categorías, comenzando por la adquisición del vocabulario básico. Se podría seguir una secuencia como ésta, por ejemplo: palabras concretas de denominación de objetos y acciones (alimentos, animales), nombres de personas y objetos familiares (papá, mamá, abuela, hermano...).
Después hay que seguir continuando que el niño adquiera el vocabulario de todas las categorías gramaticales, ya que el léxico es la base del lenguaje.
Para poder aproximarnos lo más posible a una verdadera y completa obtención de los mayores beneficios, debería, en el contexto escolar del niño, realizar una adaptación curricular significativa ya que los niños con TEL tendrán bastantes problemas en la escuela debido a sus dificultades lingüísticas.
Teniendo en cuenta la gravedad del caso individual de cada niño se determinará si debe asistir a clases de apoyo o de audición y lenguaje, además de ir al logopeda para realizar terapias de habla y lenguaje varias veces por semana unas horas al día. En el gabinete de logopedia o en la escuela, se pueden usar programas de intervención con grupos reducidos de niños que tengan el mismo problema de la adquisición del lenguaje.
Por otro lado, se cree que estar en contacto con otros niños de su misma edad que no tienen sus mismas dificultades lingüísticas les puede facilitar su desarrollo del lenguaje. Por esto, aparte de llevar a cabo una estimulación temprana se deben realizar actividades variadas y juegos divertidos que estimulen el lenguaje en todos los aspectos, además de estimular la interacción con su grupo de iguales. (Parrilla y Sierra, 2010).
Si todo esto se cumple, se obtendrá un buen pronóstico para el niño y los beneficios que se puedan lograr son muchos y muy significativos en la vida y desarrollo de este, incluso se puede conseguir que desaparezcan esas dificultades, si se trata de un retraso del lenguaje, y por lo tanto de cierta manera es “reversible”.
2.2.2. CONSECUENCIAS DE UNA MALA ADQUISICIÓN DEL MISMO
Las consecuencias de una mala adquisición del mismo pueden venir dadas por una tardía intervención, un diagnóstico erróneo o por el simple hecho de no haber conseguido los resultados esperados con el tratamiento ofrecido. Siempre se intentará evitar o mitigar cualquiera de estas opciones, ya que una mala adquisición del lenguaje, en general, y del léxico, en concreto; dificulta la comunicación del niño, su comprensión, y su avance escolar y personal.
Como bien explica la ASHA (American Speech-Language-Hearing Asssociation) en la definición que realizó en 1980 sobre el TEL (citada en Moreno-Escobar, 2014):
-Los individuos con trastornos del lenguaje tienen frecuentemente problemas de procesamiento del lenguaje o de abstracción de la información significativa para almacenamiento y recuperación por la memoria a corto o a largo plazo. (p. 27).
Es decir, estas características de las que habla, perdurarán en el tiempo si no se consigue la correcta adquisición del lenguaje, podrán ser intervenidas en todas las edades, pero, a partir de los 6 años no se le considerarán adquisiciones del lenguaje a lo que se realice, sino aprendizajes más lentos y menos efectivos por lo que no se logrará separar al individuo de esas consecuencias.
Para Parrilla y Sierra (2010), la causa más frecuente de retraso del lenguaje son los trastornos primarios del desarrollo neuropsicológico del lenguaje y del conocimiento. Estos trastornos hacen ver que entre el desarrollo cognitivo y la adquisición del lenguaje del niño existe una estrecha interrelación.
Como el desarrollo cognitivo y la adquisición del lenguaje van tan unidos, los pasos de uno preceden a los del otro, el TEL (Trastorno Específico del Lenguaje) se considera una de las causas más comunes en el retraso del inicio del habla y el lenguaje, además de ser un motivo frecuente de los problemas de aprendizaje que puedan surgir.
Por ello, podemos deducir que tendrá dificultades en su contexto escolar por los problemas que le acarrean sus dificultades lingüísticas. Por eso, siempre es importante que se realice una adaptación curricular significativa en los centros para que el niño pueda integrarse lo mejor posible.
En el caso que nos comete, el trastorno específico del lenguaje ocurre a nivel léxico-semántico por lo que solo se encuentra afectado el componente léxico, con dificultades en la recuperación de palabras del almacén léxico. Aun así, si esto no se trata, en mayor medida, a una edad temprana, puede acarrear unas consecuencias negativas bastante perjudiciales para el niño que llevará consigo hasta la vida adulta.
3. ACTIVIDADES
Las actividades que vamos a realizar en este programa de estimulación van a estar enfocadas en la mejoría de las habilidades y capacidades léxicas y semánticas de los niños que lo necesiten. Estas actividades se pueden realizar de manera individual, o colectiva, ya sea un grupo con estas mismas dificultades o sin ellas.
Están pensadas para todo tipo de niños ya que es importante trabajar el componente léxico-semántico a pesar de no poseer dificultades y además, porque a los niños que las poseen estar en contacto con otros de su misma edad que no tienen sus mismas dificultades lingüísticas les puede facilitar su propio desarrollo del lenguaje.
EL TREN DE LAS PALABRAS.
Objetivos específicos de la actividad.
Conseguir estimular la capacidad de los niños con dificultades, a través de esta actividad.
Estimular la motricidad buco fonatoria.
Fomentar el aprendizaje de nuevo vocabulario, que les servirá para expresarse.
Conseguir la interacción entre los niños.
Fomentar la cooperación.
Dar cabida a la asociación, la distinción y el reconocimiento de grafemas y fonemas.
Estimular la capacidad de comprensión y expresión del lenguaje.
Recursos que se necesitan.
Figuritas de dibujos de diversos objetos, animales, comidas…
Un adulto que guíe a los niños en el desarrollo de la actividad.
Un grupo de niños, de dos en adelante.
Un espacio tranquilo, en el que no haya distracciones para los niños, ni excesivo ruido de fondo.
Un período de tiempo de al menos, diez minutos.
Descripción detallada del desarrollo de las actividades, adecuadas al grupo seleccionado.
Esta actividad lúdica, es una alternativa divertida para que aquellos niños que presenten dificultades del lenguaje en el componente léxico.
Esta actividad trata de mostrarles a los niños las figuritas. Estas serán representaciones gráficas de lo que significa una palabra. Ellos deberán formar, a partir de las palabras que corresponden a los dibujos, una cadena de palabras, es decir, unir una palabra que termine por una letra, con otra que empiece por esa misma.
Posteriormente, si se quiere aumentar la dificultad, tendrán que hacer lo mismo, pero fijándose en la última sílaba de cada palabra en vez de en su última letra.
Se puede llevar a cabo de dos maneras; tanto de forma cooperativa, como a nivel individual.
Si es de forma cooperativa, el docente mostrará los dibujos, mientras guía la práctica. Si, al contrario, se lleva a cabo de forma individual, se le dará a cada niño una cantidad de palabras y ellos tendrán que colocar los dibujos en orden según los entrelacen.
Sea cual sea la forma en la que se realice la actividad, el docente habrá de dirigirse hacia aquellos niños con dificultades, y preguntarles cómo se dice, ciertas palabras, haciendo que las pronuncien en alto.
En la opción cooperativa, dependiendo del nivel del grupo, se les podrá ayudar en mayor medida o en menor. Si el grupo está conformado por una minoría de niños con retraso o trastorno, frente a una mayoría de niños sin dificultades, se aplicará la norma de utilizar el turno de participación, y el docente podrá concederles, en las ocasiones que vea necesarias, el turno a estos, para que entrelacen algunas palabras o digan el nombre de una palabra en alto.
Con este juego, los niños aprenderán nuevo vocabulario por medio de la asociación (de las palabras con su dibujo), además de que estimularán su cognición.
Ejemplo visual:
De TOMATE a ESTRELLA. Porque “tomate” termina en E y “estrella” empieza por esta misma letra.
De ZUMO a MONO.
Valoración de la actividad.
Consideramos que es una actividad muy enriquecedora y estimulante tanto para los niños con dificultades del lenguaje como para los que no las tengan. Además, es entretenida y divertida.
SIMÓN DICE
Objetivos específicos de la actividad.
Conseguir estimular la capacidad de los niños con dificultades, a través de esta actividad.
Estimular la motricidad buco fonatoria.
Fomentar el aprendizaje de nuevo vocabulario, que les servirá para expresarse.
Estimular la capacidad de comprensión y expresión del lenguaje.
Recursos que se necesitan. (incluyendo personas, materiales, espacios, tiempo…)
Un adulto que guíe a los niños en el desarrollo de la actividad.
Un grupo de niños, de dos en adelante, para que sea más dinámico.
Un lugar espacioso, en el que no haya distracciones para los niños, ni excesivo ruido de fondo.
Un período de tiempo de al menos, quince minutos.
Descripción detallada del desarrollo de la actividad, adecuada al grupo seleccionado.
En el popular juego de “Simón dice”, los participantes, deberán hacer caso a lo que diga la persona que tome el rol de Simón. Esta persona, se encarga de dar órdenes, y los demás participantes tienen que cumplirlas. Pero el truco está en que, si el que es Simón, no empieza la orden por la frase “Simón dice…” no deberán realizar esa orden, aquellos que sí lo hagan, perderán. Por ejemplo: “Simón dice… que os toquéis la cabeza” y los niños deberán tocarse la cabeza, si no, perderán, sin embargo, si el que hace de Simón dice “Dad un salto”, y alguien salta, este perderá, pues no se ha empezado el comando por la frase “Simón dice”.
El rol de Simón lo puede tomar el profesor. De esta forma, podrá dar las órdenes con la ayuda de los niños, es decir, si quiere ordenar que se toquen el pie, podrá dejar la frase con la que da la orden inacabada, mientras que hace un gesto haciendo referencia al pie, así los niños pueden completar la frase, diciendo la palabra que falta en alto, y de este modo ejercitarán el vocabulario que ya saben, combinándolo con vocabulario que aún no tienen muy arraigado. Además, estimularán su capacidad de expresión y pronunciación del lenguaje.
Por otro lado, se puede dejar que los niños sean los que tomen el rol de Simón. De esta forma, hablarán en alto y reproducirán palabras de su conciencia fonológica.
Valoración de la actividad.
Hemos llegado a la conclusión de que, a pesar de ser un juego muy conocido, realmente es una gran herramienta de aprendizaje y estimulación para los niños, sobre todo para aquellos con dificultades del lenguaje en el componente léxico.
¿QUIÉN ES QUIÉN?
En esta actividad vamos a trabajar las posibles dificultades en el lenguaje que se tengan respecto al componente léxico, es decir, trataremos de ampliar y mejorar su conocimiento del vocabulario.
Objetivos específicos de la actividad.
Diferenciar los conceptos de las diferentes palabras.
Fomentar su aprendizaje mediante vocabulario visual.
Diferenciar entre los sinónimos y antónimos de unas palabras básicas.
Estimular su memoria.
Trabajar su interés por el lenguaje.
Potenciar sus capacidades lingüísticas respecto al léxico.
Ampliar su vocabulario de expresión y comprensión.
Recursos necesarios.
Pictogramas o dibujos
Papel
Bolígrafo o rotulador
Un profesor que guíe la actividad y ayude a los niños
Un lugar a cubierto para poder trabajar bien (e.g. dentro de un aula), tranquilo y espacioso en el que puedan concentrarse sin distracciones.
Un periodo de tiempo mínimo de 15 / 20 minutos y máximo hasta que se considere oportuno.
Descripción detallada del desarrollo de la actividad, adecuada al grupo seleccionado.
Para realizar esta actividad necesitaremos disponer, al menos, de dos pictogramas o dibujos y tres papeles recortados con una palabra escrita.
La actividad consta en elegir una palabra con un correspondiente sinónimo y un antónimo, una vez seleccionadas (ej. guapa – bella - fea), escribiremos cada una de estas en un papel; después, elegiremos un pictograma que sea acorde a la palabra principal que hemos escogido, en este caso, “guapa”; por último, esconderemos estos cuatro elementos en la clase.
Para comenzar el niño debe ir a buscar los cuatro elementos, una vez los encuentre se acercará a la mesa del tutor con ellos. En ese momento, lo primero que se le pedirá será que identifique cuál es la palabra que corresponde con el dibujo o pictograma (e.g. podrá elegir “guapa” o en su defecto, “bella”) y que seguidamente indique cuál significa lo mismo (si escogió “guapa” tendrá que decir “bella” y viceversa) o cuál significa lo contrario (en este caso deberá decir “fea”).
Una vez haya identificado todo correctamente se podrá repetir el proceso con otro ejemplo de palabras para realizar más rondas.
Para proponer unas pequeñas adaptaciones de la actividad, se podría:
En lugar de realizar varias rondas para un único niño, si estamos en un grupo, se turnará cada niño.
Si queremos aumentar la dificultad podríamos crear varios pictogramas de diversas palabras y que entre ellos el niño sea capaz de encontrar el antónimo de la palabra principal (“fea”)
Valoración de la actividad.
Consideramos que es una actividad bastante básica y entretenida que pueden realizar todo tipo de niños para enriquecer y trabajar su léxico y que especialmente a los niños con alteraciones en este componente del lenguaje les pueda venir muy bien la actividad con la ayuda pertinente por parte del maestro o maestra.
CADA CUAL CON SU IGUAL
En esta actividad vamos a trabajar las posibles dificultades en el lenguaje que se tengan respecto a la semántica, es decir, trataremos de ayudarles a diferenciar distintos campos semánticos.
Muchas veces los niños “aprenden” lo que es un perro, es decir, identifican el pictograma que les enseñas siempre con la palabra “perro”, pero no son capaces de inferir ciertas características generales de estos animales para que si les enseñas otro perro distinto sepan ver que también se trata de un perro. Por lo que en esta actividad intentaremos mitigar esto.
Objetivos específicos de la actividad.
Discriminar diferentes campos semánticos.
Generalizar las características óptimas de algo o alguien.
Diferenciar los conceptos de las diferentes palabras.
Fomentar su aprendizaje mediante vocabulario visual.
Estimular su memoria.
Trabajar su interés por el lenguaje.
Potenciar sus capacidades lingüísticas respecto a la semántica.
Ampliar su vocabulario de expresión y comprensión.
Recursos necesarios.
Pictogramas o dibujos
Papel
Bolígrafo o rotulador
Cesta / pizarra con velcro / cualquier lugar donde podamos separar en grupos
Un profesor que guíe la actividad y ayude a los niños
Un lugar a cubierto para poder trabajar bien (e.g. dentro de un aula), tranquilo y espacioso en el que puedan concentrarse sin distracciones.
Un periodo de tiempo mínimo de 10 minutos y máximo hasta que se considere oportuno.
Descripción detallada del desarrollo de la actividad, adecuada al grupo seleccionado.
Para comenzar necesitaremos disponer de varios pictogramas o dibujos de dos distintos grupos semánticos (e.g. perros y gatos) y apuntar el nombre de estos en dos papeles diferentes.
Elegiremos dos recipientes, por ejemplo, dos cajas, en las que poder separar ambos grupos, en este caso, una de ellas llevará el nombre de “perros” y la otra de “gatos”. Todos los pictogramas tanto de gatos como de perros estarán mezclados y será el niño el que tenga que clasificar cuál pertenece a cada caja introduciéndolos en ella.
De esta forma, y con ayuda del tutor fomentaremos en el niño la capacidad de “generalizar” ciertas cualidades, formas o características a los distintos animales, objetos, etc. Esta actividad podrá ir variando de campos semánticos y se podrá realizar tanto individualmente como de forma grupal.
Para aumentar la dificultad de la actividad se proponen una serie de adaptaciones:
Realizar clasificaciones con más de dos grupos semánticos a la vez (e.g. perros, gatos y lobos)
Añadir pictogramas que no se correspondan con ninguno de los grupos semánticos para despistar.
Valoración de la actividad.
Creemos que en los niños que tienen problemas en el componente léxico del lenguaje es muy importante y beneficioso trabajar a su par la semántica, ya que muchas veces los niños no comprenden bien que, por ejemplo, los perros tienen determinadas características y no todos los animales que tengan cuatro patas son perros ni sólo es un perro el de la imagen o pictograma de referencia que se usó para enseñárselo. Con esta actividad consideramos que podemos ayudarles a ir mitigando este problema enseñándoles que se debe encontrar un equilibrio entre la infrageneralización y la sobregeneralización.
HACEMOS PAREJAS
En esta actividad vamos a trabajar posibles dificultades que haya respecto a la semántica.
Trataremos de asociar cada imagen con el nombre que representa.
Objetivos específicos de la actividad:
Diferenciar los conceptos de las diferentes palabras.
Fomentar el aprendizaje mediante el vocabulario visual.
Trabajar su interés por el lenguaje.
Fomentar el aprendizaje de nuevo vocabulario, que les servirá para expresarse
Recursos necesarios:
Hoja plastificada con las imágenes que queremos que identifique.
Nombres de los objetos que queremos que identifique plastificados.
Un profesor que guíe la actividad y ayude al niño/a.
Un aula que conozca y donde el niño/a se sienta cómodo/a.
Un tiempo de 15 minutos para realizar individualmente con apoyo la actividad.
Descripción detallada del desarrollo de la actividad, adecuada al grupo seleccionado.
Primero elegiremos las imágenes que queremos trabajar y las imprimiremos en una hoja, cada imagen irá rodeada y lo plastificaremos. También imprimiremos una hoja con los nombres de las imágenes rodeadas y lo plastificaremos igual pero estos nombres los recortaremos individualmente. Se trata de una actividad para llevar a cabo de manera individualizada para reforzar conocimientos.
Se coloca en la mesa de trabajo la imagen y se le explica al niño/a que le daremos los círculos de uno en uno y deberá ir colocándolos donde corresponde, cada vez que se le da un nombre se le lee en voz alta el nombre para que el niño/a lo repita y pueda buscar la imagen asociada.
La actividad consiste en juntar el nombre del animal con la imagen que lo representa, por el principio de referencia las palabras se asocian con las representaciones. (Golinkfof 1994, citado en Serra, Serrat, Solé, Bel y Aparici, 2008)
La actividad termina cuando el niño es capaz de asociar todas las imágenes con el nombre que las representa, el primer día deberemos ayudarle, pero a medida que se repite el ejercicio y el niño/a adquiere el vocabulario el educador debe dejarle libertad para que lo haga solo.
Para aumentar la dificultad cuando ya conozca los nombres, deberemos colocar todos los nombres alrededor de la ficha en lugar de irlos leyendo y que sea él/ella mismo/a quien decida el orden en el que los coloca o cuales elige.
Valoración de la actividad
Consideramos que es una actividad lúdica y de aprendizaje enfocada a mejorar el léxico de los niños/as con dificultades del lenguaje o para reforzar a aquellos que no las tengan. También creemos que les resultará atractiva ya que ellos/as mismos/as podrán ir viendo sus avances y esto motiva.
CONOCIENDO PALABRAS
En esta actividad vamos a trabajar posibles dificultades del lenguaje que tengan, trabajando su campo léxico y campo semántico.
Objetivos específicos de la actividad:
Diferenciar conceptos de los diferentes campos semánticos
Fomentar el aprendizaje mediante el vocabulario visual.
Trabajar su interés por el lenguaje.
Ampliar su vocabulario de expresión y comprensión.
Recursos necesarios:
Hoja con diferentes imágenes de distintos campos semánticos mezcladas.
Rotuladores de colores
Aula
Profesor/a que dirija la actividad y ayude a los niños/as.
Un periodo de tiempo de 15 minutos o más si fuera necesario.
Descripción detallada de la actividad, adecuada al grupo seleccionado.
Primero escogemos los campos semánticos que queremos trabajar, colocamos las imágenes junto con otras mezcladas y escribimos el nombre del campo semántico que deben buscar. Es una actividad para realizar en un aula, a modo de ficha, se entrega una ficha a cada alumno/a y pueden ayudarse unos a otros.
Una vez repartida la ficha se les explica que de todos los dibujos deben rodear los del campo semántico específico “X”.
Para aumentar la dificultad, se puede dividir la hoja en 4 y presentar 4 campos semánticos, e indicar que rodeen cada uno de un color diferente.
En esta actividad pedimos que busquen y rodeen todas las cosas que se piden en cada cuadro teniendo que discriminar entre varias cosas y así entendiendo por el principio de extensibilidad (Golinkfof 1994, citado en Serra, Serrat, Solé, Bel y Aparici, 2008), para entender que una palabra puede englobar muchas cosas.
Valoración de la actividad
Se trata de una actividad de discriminación e identificación donde asocian un nombre a varios objetos por lo que no es especifico solo para niños con dificultades del lenguaje, siendo así una actividad global e inclusiva. Además de trabajar de forma transversal, lenguaje, psicomotricidad fina y discriminación de colores para mayor dificultad, por lo que creemos que se trata de una actividad muy completa.
JUEGO DE PISTAS
En esta actividad vamos a trabajar las posibles dificultades en el lenguaje que se tengan respecto al componente léxico, es decir, trataremos de ampliar y mejorar su conocimiento del vocabulario.
Objetivos específicos de la actividad.
Diferenciar los conceptos de las diferentes palabras.
Fomentar su aprendizaje mediante vocabulario visual.
Aplicar el vocabulario a situaciones reales.
Estimular su memoria.
Trabajar su interés por el lenguaje.
Potenciar sus capacidades lingüísticas respecto al léxico.
Ampliar su vocabulario de expresión y comprensión.
Estimular la interacción con su grupo de iguales.
Recursos necesarios.
Papel
Bolígrafo o rotulador
Un profesor que guíe la actividad y ayude a los niños
Un lugar a cubierto o al aire libre (e.g. la zona de recreo) amplio y con objetos diversos.
Un periodo de tiempo mínimo de 30 / 40 minutos.
Descripción detallada de la actividad, adecuada al grupo seleccionado.
Supongamos que la actividad se realiza en el patio donde los niños juegan en el recreo, seguramente existan varios objetos o lugares de interés para utilizar en esta actividad.
Se trata de un juego de pistas, se crearán varios papelitos que tendrán escrita una palabra y un número para poder identificar de qué pista se trata.
La primera pista se esconderá en cualquier lugar de la zona que hayamos seleccionado, una vez que los niños encuentren el papel que deberá tener un 1 leerán, si saben y sino con ayuda, la palabra que pone (esta será el nombre de algún lugar u objeto del patio, e.g. farola, portería, gradas… al que deban ir a buscar la siguiente), el profesor elegirá quién será el que los guíe hasta la segunda (así podrá conseguir la participación segura de aquellos que más lo requieran) y de igual manera, todos podrán aprender lo que es una portería, ya que aunque no lo supiesen ellos, los compañeros que sí, les guiarán hacia ella y podrán asociar la palabra de una manera significativa y real.
Se podrá crear el número de pistas que se consideren necesarias.
Si esta actividad se repite con frecuencia seguramente les sea de gran ayuda a los niños con una alteración específica del lenguaje en el componente léxico. Aunque puedan no aprenderlo de primeras les aumentará la motivación de aprenderlo para conseguir llegar a la siguiente pista.
Posibles adaptaciones si queremos realizar esta actividad con otro tipo de vocabulario:
En el patio o en un polideportivo, llevar el material que se quiera trabajar para poder realizar el juego basándonos en esos objetos, escondiendo distintas frutas con las pistas, por ejemplo.
También se puede añadir para una mayor dificultad o para alternar y que no sea repetitivo si encuentran las pistas muy fácil más directrices, como por ejemplo: da 20 pasos hacia la derecha desde la farola.
Valoración de la actividad.
Creemos que es una actividad diferente y bastante dinámica, que, aunque no exige una total participación activa de los niños con las dificultades si que pasivamente van asimilando las palabras con los lugares a los que se dirigen. Consideramos que es una actividad en la que con paciencia y a medida que se vaya repitiendo va a ir repercutiendo de una forma muy positiva. Contamos con la suerte de que a todos los niños les encantan los juegos de pistas.
4. PAUTAS Y RECOMENDACIONES PARA LAS FAMILIAS
Creemos que debido a la importancia que tiene la colaboración y coordinación entre profesionales y familias debemos ofrecer una serie de pautas y/o recomendaciones para que estas sepan cómo actuar de forma correcta para estimular a su hijo y fomentar que este tenga el mejor desarrollo posible, tanto en el lenguaje como a nivel personal.
Tras realizar la investigación creemos que lo más oportuno es:
Utilizar oraciones simples y cortas.
No ser sobreprotectores y ayudar a desarrollar la autonomía personal y social.
Dejar que el niño/a se exprese libremente, no acabándole las oraciones y dándole espacio para hablar.
Intentar no corregir de forma abrupta, diciendo “eso no es así”, sino tratando de repetir la oración correctamente.
Aportar vocabulario variado a través de ejemplos visuales.
Nombrar y clasificar objetos cotidianos que conozca de casa, juguetes y utensilios.
Adoptar una actitud positiva ante sus progresos.
Utilizar gestos naturales para facilitar la comprensión del mensaje.
Pronunciar correctamente sin exagerar, ni gritar.
Previo a todo esto es necesario que ante cualquier dificultad que se observe las familias acudan lo más tempranamente posible a un profesional que evalúe y analice al niño/a, para que preparen un programa adaptado individualizadamente y personal. Es importante que se tomen medidas cuanto antes, aunque tampoco se debe adjudicar a los niños/as problemas de forma insensata y precipitada.